Por Juan Tomás Valenzuela
La esposa de Ángel Estevez,
Socio y secuáz de Medina,
anda detrás de Karina,
de Nuria y Ricardo Nieves.
Pidióle que no se encueve,
a la bella locutora,
que hasta en la locomotora
del Ingenio Porvenir,
se está dispuesta a subir,
pá entrarle por jabladora.
Dice esta dama solvente
de la alta sociedad,
que aunque no alberga maldad
por lo que diga la gente,
le piensa tumbar los dientes
a la pequeña Karina.
Que la espera en una esquina,
o en el patio de recreo,
pá acabar el chismoteo
con esa hijesumadrina.
Con ese acento, a la usanza
de las familias del Naco,
dijo que cacáta y maco
no bailan junto una danza.
Que no va a cobrar venganza
por hablar de su marido,
que a ella lo que le ha dolido
es el trato indiferente,
que le ha dado al presidente,
tratándolo de bandido.
“Vamos a vernos a los ojos,
hijetumalditamadre,
porque el día que yo te agarre
te voy a sacar los piojos.”
Sin ocultar el enojo,
la dama de Arroyo Hondo,
piensa meter pá lo hondo
a la traviesa Karina,
y por tanto la conmina
a enseñar el medio fondo.
“Ármate, buena rastrera,
o busca quien te defienda,
pá acabar esta jodienda
igual que dos pandilleras.
Te buá partir como quiera,
no importa donde te agarre.
Pá que veas cómo se barre
con la chusma como ustedes,
y pá que jamás te enredes
con Ángel y su compadre”.
Juan de los Palotes
5 febrero 2020
